En la noche del sábado, día 20 de febrero, a partir de las
21.00, el marco excepcional e incomparable de la Iglesia del Convento de Santa
Clara acogió el duodécimo Pregón Juvenil de la Semana Santa de Montilla del año
2016, organizado por el Grupo Joven de la Hermandad Salesiana del Santísimo
Cristo del Amor, y que estuvo presidido por su imagen titular.
Con un templo a rebosar de público
expectante, Juan Carlos Gómez Algaba, de 17 años de edad, pronunció un
espectacular, emotivo y sentido pregón juvenil, recitando poesías y relatando,
día a día, la Semana Santa de Montilla desde el Viernes de Dolores, haciendo
especial hincapié en la Hermandad de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén,
la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y
Nuestra Señora de las Viñas, la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos
de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la
Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano -una corporación, esta última,
a la que pertenece desde que nació-, y en la Hermandad Salesiana del Santísimo
Cristo del Amor.
Fue en este instante cuando se apagaron
las luces de la Iglesia del Convento de Santa Clara,
al hablar de la estación
de penitencia del Miércoles Santo montillano, y, entre la oscuridad, un sólo
foco alumbraba a la imagen del Santísimo Cristo del Amor, entre el sonido ronco
del tambor, tocado por un amigo de Juan Carlos Gómez. Amenizó todo el pregón un
piano, interpretado por Aurora Ramírez, amiga del mismo."Algo tendrá ese Cristo que solo con mirarlo sabes que es el Hijo de Dios. Tiene los ojos cerrados, pero sabes que te mira. Está en silencio, pero sabes que te habla. Está crucificado, pero sabes que te abraza. ¿Qué tienes? ¿Qué tienes que te hace tan diferente? No sé que será, pero estoy seguro de que es algo fuerte.
Me dí cuenta al ver la reacción de estas
clarisas al irte el año pasado de nuevo a tu casa y dejándolas huérfanas.
Lloraban desconsoladas porque te ibas, pero por eso has vuelto, y por eso estoy
aquí, porque no puedo perderme la infinita devoción que te muestran. Cuando
ayer entraste de nuevo aquí, te ví llorar, te ví sonreír, pero llegó una
hermana y te susurró al oído: “Gracias por volver”, secándote esa lágrima que
te bajaba. Ahora entiendo porque cada vez que pasas por el arco, tengas que
bajar, tengas que inclinarte. El que diga que es porque no pasas, miente. Es
porque necesitas verlas de cerca. Es porque tienes que darle fuerzas para
seguir adelante con Amor".
Asimismo, al hablar, previamente, de la
estación de penitencia de la Hermandad de La Santa Cena, destacamos lo
siguiente de su magnífico pregón con el que deleitó a los asistentes:
"Cuando en Santiago hay dolor, el barrio se viste de gala, pone sus
banderolas rojas y se echa a la calle. Esta noche hay una Cena montillana, Pan
de Bellido y vino de Alvear, que se convertirán en sangre real.
Hermandad humilde, trabajadora, de
bodegueros y gente de campo. ¡Qué cosa más bonita cuando el barrio entra en
Montilla! Cristo viene de pie, y sus apóstoles sentados, mientras un Judas
traidor huye asustado. Pero no vienen solos. Al barrio ha bajado una Estrella
con la que la gente se queda embobada al ver cómo desde el firmamento a un
palio estás bajada. No me extraña que en Santa Ana te canten, porque no hay
montillano que se resista a tu semblante. Lloran hasta las campanas cuando te
vuelves de madrugada a tu barrio obrero, donde ya te están esperando todos los
bodegueros".
Tal y como destacó el presidente del Grupo
Joven de la Hermandad Salesiana del Santísimo Cristo del Amor, Rafael Ángel
Zafra Jiménez, "nuestra intención con el templo elegido y el pregonero,
sobre todo, ha sido, en esta fecha tan importante para nuestra hermandad, como
es nuestro 75 aniversario, darle ese empuje de fuerza por parte de nuestro
Grupo Joven", recalcó.
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