Con la iglesia en penumbra, al finalizar la tarde, comenzaba el viernes 16 de enero, el I Encuentro de Hermanas del Cristo del Amor. Un momento de serenidad y recogimiento en el que pudimos compartir juntos lo que más nos une, el Amor de Cristo.
Don Francisco nos pidió que mirásemos un momento al Cristo y escribiésemos qué nos decía esa noche. Cada una expresó un sentimiento. Fue realmente un momento muy emotivo. A cada una, al final, nos entregó una pequeña cruz hecha a mano con cariño por unas personas necesitadas, y con ella entre las manos finalizamos el encuentro. Posteriormente, tuvimos ocasión de compartir un rato de convivencia entre todos los asistentes.
Energía, fe, serenidad, paz, felicidad, amor, ilusión, esperanza… diferentes sentimientos que expresamos esa noche y que nos unen bajo uno solo, el Amor. Esperamos ya el siguiente encuentro, con la ilusión de que cada día seamos más y animando a todas las hermanas del Cristo del Amor a compartir este momento.
LAURA MARÍA BAENA
Es algo evidente desde hace ya años que las mujeres están teniendo un papel cada vez más importante en la vida de nuestra hermandad. Tal vez sería sorprenderte hacer un recuento del porcentaje de asistentes a nuestra estación de penitencia y comprobar cuál es la participación femenina.
Ya hace unos años, un grupo de hermanas reclamaba un mayor protagonismo en la hermandad y pidieron ser ellas las que portaran al Cristo del Amor en el traslado que el último día del triduo se hace de la imagen desde la iglesia a la capilla de la residencia donde queda emplazada para el besapiés.
El año pasado surgió la idea de convocar un encuentro de hermanas, al estilo de los que desde hace tiempo vienen celebrando los costaleros. Un momento de reflexión y oración ante nuestro Titular, aparcando las preocupaciones del día a día y disfrutando de la intimidad que tal ocasión propicia.
Así pues, el pasado 16 de enero tuvo lugar el primer encuentro de hermanas del Cristo del Amor ante su imagen y dirigido por nuestro Paco Fernández Mármol al que desde aquí agradecemos la disponibilidad y el cariño con que acogió la idea desde el instante en que se le propuso. La experiencia fue a todas luces satisfactoria.
Queda en el aire la idea de unificar en un futuro los encuentros de costaleros y hermanas que hasta ahora se celebran y ver la posibilidad de abrirlo a cuantos hermanos y hermanas quieran participar en ellos.
LA HERMANDAD
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